81 cumpleaños... ya era hora...
Por fin, han pasado 10 años desde que guardé los utensilios de la pintura en el trastero, junto con varios cuadros inacabados. Uno de ellos era el de mi madre. Ya lo veía misión imposible... pero somos esclavos de nuestras palabras, y le prometí a mi madre hacerle un buen regalo para su cumpleaños...
No hay comentarios:
Publicar un comentario